domingo, 9 de agosto de 2009

El servicio de autobús en Alcoy: la gestión pública, la privada y la nefasta






















El servicio de autobús en Alcoy: la gestión pública, la privada y la nefasta
Borja Montaño Sanz


Una discusión de gran calado en materia económica es las ventajas e inconvenientes de la gestión pública, la gestión privada y la mixta. En general es aceptado que el sector privado gestiona los bienes y servicios logrando una mayor eficiencia económica. No obstante, se entiende necesaria la intervención del sector público en algunos mercados, debido a la existencia de externalidades y otros fallos de mercado. En el caso del servicio de autobuses local, parece claro que estamos ante un sector estratégico, de una gran importancia para la ciudad ya que genera externalidades positivas y se presupone como un bien preferente. Inicialmente el servicio de autobuses se prestaba en Alcoy por parte del sector público, no obstante los problemas habituales de este tipo de gestión hicieron avanzar hacia una concesión a una empresa privada. En general, las ventajas de este tipo de contratos residen en que la empresa privada hace una gestión mejor que la pública debido a los incentivos económicos. Pero, para esto es muy importante que existan dichos incentivos.
En Alcoy algo parece estar fallando con el servicio local de autobuses, ya que las quejas de los alcoyanos dirigidas hacia el servicio local de autobuses son cada vez más frecuentes. El servicio presenta innumerables deficiencias tal y como reflejan las críticas en la calle. Recientemente, la asociación de vecinos Font Roja en representación a la barriada alta ha denunciado que la línea U no cumple con las frecuencias establecidas pasando al menos media hora entre cada autobús. Esta línea es fundamental para los alcoyanos ya que conecta la Zona Norte, el hospital y la Zona Alta. El causante de todo este desorden parece ser las obras que se están llevando a cabo en San Nicolás junto con la pésima información ofrecida al respecto por el ayuntamiento y por la empresa de autobuses que presta el servicio (TUASA). Pero irónicamente, mientras el servicio empeora cada vez más, TUASA pide al ayuntamiento que año tras año incrementen su concesión y lo más sorprendente del caso es que Jordi Sedano les pague más sin rechistar. El PSOE alcoyano se ha reunido con los representantes de TUASA para exigir ciertas mejoras en el servicio ya que el PP le da igual que el Alcoy el servicio de transporte público sea mejor o peor .
Si hacemos un diagnóstico veraz de la situación, revisando los contratos entre el ayuntamiento y la empresa concesionaria podemos ver con facilidad donde está el problema. Año tras año el gobierno municipal de Alcoy aumenta la cuantía de la concesión que recibe la compañía concesionaria sin aumentar las exigencias y en consecuencia sin que el servicio mejore. Las empresas privadas trabajan para maximizar sus ingresos y minimizar sus costes de tal manera que obtienen el máximo beneficio. Los ingresos se obtienen a partir de los clientes, pero una concesión mal hecha puede hacer que se cometa un grave error por parte del sector público. El cliente no debe de ser el propio sector público sino los usuarios del servicio. ¿Quién es el cliente de TUASA?.
A la vista de la situación actual, es el propio ayuntamiento el cliente del servicio, y es el gobierno del Partido Popular el culpable de esta situación. Lo que deberían hacer es incentivar a la empresa a hacer mejoras en el servicio que permitan incrementar el uso del autobús en la ciudad. Desde luego, no hace falta prestar mucha atención a las críticas que los vecinos y grupos políticos han lanzado recientemente contra el nefasto servicio de autobuses en Alcoy, basta comparar el nivel de uso de este con otras poblaciones como San Vicente del Raspeig, Elche, Elda, Alicante... El problema está claro, los autobuses se usan poco en Alcoy porque es demasiado caro para el servicio que presta, la flota está muy obsoleta, los tiempos de espera y la frecuencia de paso es nefasta, los recorridos de las líneas son mejorables, la información que recibe el usuario es nula. Ya que el Partido Popular siempre presume de bajar los impuestos, les aconsejaría que actúen sobre estas variables para que el incremento de la facturación de la empresa lo paguen los usuarios en base a un mercado real y no se financie con amiguismos, ineficiencias e impuestos.

domingo, 2 de agosto de 2009

Los votantes alcoyanos no perdonarán








Donde dije digo, digo Diego. Esta es la estrategia del Partido Popular en torno a la trama de los trajes de Camps. Inicialmente Rajoy, Cospedal y el resto de la cúpula sostenían que no se estaba respetando la presunción de inocencia. Pero los días transcurren y cada vez existen más pruebas que demuestran que Camps, su mujer, su hija, Costa, Rita Barberá entre otros han recibido presuntamente regalos. ¿A cambio de nada? Algunos medios de comunicación han filtrado que Orange Market obtenía la mayoría de sus ingresos de contratos realizados por la Generalitat y el Partido Popular. Camps testificó que los trajes los pagó con el dinero de caja de la farmacia de su mujer, y como todos haríamos si nos comprásemos un traje de unos cuantos miles de euros no pidió factura ni nada. Sin embargo, según la prensa el sastre testificó que los trajes de Camps siempre los pagó Orange Market.
Con todo el jaleo que hay montado y Rajoy tiene la desfachatez de decir que se están sacando las cosas de contexto cuando estamos hablando de un delito que tiene una sanción de tan solo 2000 euros. Como se nota que a ellos les sobra el dinero, porque ese dinero le vendría bastante bien a varias familias de esas a las que ellos dicen defender.
Recientemente ha dimitido el tesorero y senador del PP Bárcenas. Esto hace que me surjan las siguientes dudas ¿si realmente es inocente, entonces por qué dimite? Por otro lado ¿si es culpable, por qué no ha dimitido antes? Pero lo que realmente me preocupa es si en términos de política los ciudadanos no están experimentando en cierto grado el síndrome de Estocolmo. Me resulta francamente irritante que en las elecciones europeas las numerosas tramas de corrupción del Partido Popular no le pasaran la debida factura. Yo sinceramente espero que se haga justicia.
Pero en este tema, como en tantos otros, uno tiene motivos para estar orgulloso de ser alcoyano. Pues el escandalo del hotel de la Fuente Roja, ubicado en la línea de lo legal y lo ilegal ha tenido un precio político para el PP alcoyano, como reflejan los resultados de las europeas, y es que nuestros ciudadanos no son fácilmente manipulables. Pero quienes estamos observando de cerca lo que sucede en Alcoy, tenemos el deber de transmitírselo a nuestros vecinos.
Tenemos que explicarles la nefasta gestión del parking de la Rosaleda en contra de las normativas que va a generar un sobrecoste desmesurado. Hay que transmitir la brutal, inhumana y desmesurada agresión a la que se va a someter a la Fuente Roja. Hay que contar como el alcalde se queda de brazos cruzados cada vez que una empresa alcoyana decide cerrar incrementando así el número de parados. Tenemos que conseguir que todo el mundo sepa, que la mala gestión económica de la ciudad, nos ha llevado a unos presupuestos austeros y tercermundistas. Transmitamos a los alcoyanos que no hay derecho que año tras año se incremente de un modo injustificado la concesión referente a los autobuses urbanos. Contemos con claridad lo que ocurre con la “estación de autobuses de Alcoy” que no funciona como tal, ya que una empresa la usa en condiciones de monopolio. Expliquemos la ingente cantidad de dinero que se ha gastado para rehabilitar el teatro calderón.
Los alcoyanos no perdonan la mala gestión, no votan a ciegas, es un pueblo comprometido con la justicia y la democracia. Nuestro alcalde es un lobo disfrazado de corderito, ¿de que sirve que vaya dando besos y regalando sonrisas si no es capaz de gestionar la ciudad?. Quienes presenciamos todo esto, tenemos que contarlo, ya que en la manipulada televisión local nunca se contará nada de esto. Afortunadamente y a diferencia de otras ciudades, en Alcoy contamos con una periódico local fuerte, de prestigio e independiente, el Ciudad de Alcoy.