martes, 13 de julio de 2010

La victoria de la selección es un estimulante para la economía.







La victoria de la selección es un estimulante para la economía.

Borja Montaño

En diversos medios se ha escuchado que la victoria de la Selección Española en el Mundial ayudaría a la recuperación de la economía, y esto parece ya un hecho innegable. Pues la crisis que hemos vivido no tiene su origen en un bien tangible como pueda ser el petróleo, es una crisis basada en la confianza de los consumidores y en la contracción del consumo.

Permítanme que me remita a Holanda -el nuevo referente del kárate a nivel mundial-. El banco holandés ABN Amro calculó en el Mundial de Alemania de 2006 que el PIB del país ganador incrementaría en un 0,7%. Por otro lado Mastercard publicó un estudio llevado a cabo por KRC Research en el que se calculaba que levantar la Copa del Mundo reportaría al país vencedor beneficios cercanos a 50.000 millones de euros. En principio parece más sensato el estudio de ABN Amro ya que afirmar que el beneficio es cercano a 50.000 millones de euros supone dar por hecho unos niveles de PIB similares en los países, lo cual es falaz. El economista jefe de Intermoney José Carlos Díez, explicó que no podemos negar un efecto positivo sobre la imagen exterior de España, así como una pequeña subida del consumo interno, pero que es casi imposible medir la mejora en porcentaje respecto al PIB. Yo considero que la dificultad en la medición del beneficio de la victoria para la economía está en su extensión en el tiempo.

Para calcular el beneficio económico de ganar el mundial tenemos que separar dos efectos positivos, el primero es el impacto económico de cada partido. Cada vez que España ha jugado, los bares se han llenado, los pedidos de comida para llevar se han disparado, la venta de productos relacionados con la Selección ha aumentado, el número de llamadas telefónicas ha incrementado, los ingresos por publicidad en los medios de comunicación han subido… Este beneficio que se genera con cada partido ha ido aumentando a medida que estábamos más avanzados en la competición.

El segundo de los efectos es el debido a la victoria de España en el mundial, lo cual aumenta la propensión marginal al consumo, las inversiones en nuestro país y las relaciones internacionales. Ciertamente es complicado cuantificar la mejora que deriva de la victoria de España, pero al margen de dicha cuantificación el efecto final, es decir incremento del PIB y en consecuencia el descenso del desempleo son otra gesta de este maravilloso grupo de jugadores al que tan agradecidos estamos.

Este verano la Selección Española ha hecho algo más que fútbol. Hubo partidos que tuvieron un importante trasfondo económico como el que jugamos con Alemania. Unos días antes de este enfrentamiento, los medios alemanes realizaron una desafortunada comparación entre España y Grecia, y Angela Merkel declaró que el fondo de rescate estaba disponible por si algún país como España lo necesitaba. Esa declaración fue un ataque de especulación contra nuestra economía, que además no se correspondía con los datos.

La victoria de la selección no es solo deportiva, sin lugar a dudas tendrá un efecto positivo sobre nuestra economía y nos recuerda que más allá del deporte, España puede llegar lejos si se lo propone y trabaja para ello.