jueves, 6 de enero de 2011

2011, la economía que está por venir.


2011, la economía que está por venir.



Borja Montaño




Con el cambio de año es momento de hacer balance de lo acontecido en nuestra economía y su entorno. Si bien parece que andamos camino a la salida de un túnel muy negro conocido como la crisis económica, parece como si nunca pudiésemos llegar a esta su final. En el tercer trimestre de 2010 la economía española prácticamente se estancó con un crecimiento del 0,06%, siendo la cifra del segundo trimestre de un 1,1%. No obstante, aunque el crecimiento es bajo, la tasa interanual se sitúa en un 0,2% y este resultado es el mejor desde el tercer trimestre de 2008. Al margen de la conveniencia o no de la subida del IVA, lo cual se justifica por el volumen del déficit público. Una subida del IVA representa una política fiscal recesiva lo que desde un punto de vista académico se conoce como un desplazamiento hacia la izquierda de la curva IS. El efecto marginal de esta política, dejando todo lo demás constante sería de una disminución del crecimiento económico. Otra cosa es que debido a otros factores finalmente no fuera así. Según estima un reciente estudio de FUNCAS el retroceso del consumo fue de un 4,4% intertrimestral. Esta caída del consumo es debida a la subida del IVA y al final de los estímulos fiscales a la compra de automóviles. Por tanto si valoramos los efectos sobre la renta de la subida del IVA, pues son malos, pero esto ya se sabía, la subida viene justificada para aliviar en parte el déficit público que ha ido repuntando desde que se acrecentó el esfuerzo inversor en 2008. La formación bruta de capital fijo ha experimentado disminuciones de hasta un 11,3%, destacando la caída de los bienes de equipo y de la construcción. La vivienda y el sector de la construcción han pasado en poco tiempo de ángel a demonio. Lo cierto es que no debemos satanizar a un sector económico que ha sido una de las fuentes principales de riqueza de nuestra economía, creo que nos hemos adentrado en una crisis de personalidad en cuanto a nuestro sistema productivo. La inversión en vivienda continúa en tasas muy negativas. El precio de la vivienda ha sido uno de los protagonistas durante la crisis económica, de hecho a menudo da la impresión de que algunos medios hacen referencia a este como un indicador del funcionamiento de la economía, pero debemos ser muy prudentes con esto. Si bien durante años hemos vinculado los precios del mercado inmobiliario al crecimiento económico, ambas variables son independientes y su evolución no tiene por qué ir pareja. En este sentido está por ver como evolucionará la demanda futura de viviendas. Muchas familias compraban una vivienda ya siendo poseedores de otra con el fin de invertir pero, lo hacían con la confianza de que este inmueble se iba a revalorizar, ahora bien, si se pone en entredicho el que dicho precio sea rígido a la baja, ya no es una inversión tan segura. La respuesta a la pregunta nos lleva a otra de mayor interés, en la medida en que cierta proporción de la inversión que antes se daba en la construcción ahora no va a recaer en este sector, ¿Dónde podría dirigirse? Si los entes públicos o privados consiguieran canalizar parte de la inversión de la familia de clase media hacia la creación de empresas y empleo, el efecto multiplicador que se daría sería un empuje de gran importancia para la economía Española, en particular en el caso de Alcoy y la comarca la creación de empleo y empresas es una necesidad de imperante urgencia. En el mercado de trabajo existe un cruce de cifras y una batalla por dar mensajes en una u otra dirección. A menudo la gente se sorprende de escuchar cifras a su juicio distintas. Pero aquí creo que es importante matizar algunas diferencias entre modos de tomar mediciones. Por un lado tenemos el número de empleados, este tiene una mayor tendencia a crecer y puede arrojar cifras aparentemente más favorables que otras mediciones, simplemente porque se basa en un valor absoluto que por el propio crecimiento demográfico ha de tender continuadamente al alza. Lo mismo ocurre con el número de parados, al ser una cifra en valor absoluto es normal que sea mayor y tienda al alza a largo plazo. No estoy diciendo que esta cifra siempre crezca sino que un aumento del número de parados no es necesariamente una cifra de gravedad. Luego tenemos la tasa de paro que se calcula dividiendo el número de parados entre el número de activos y expresándose en porcentaje. Un aumento de la tasa de paro puede significar dos cosas, que hay más parados o bien que ha disminuido la población activa. Podríamos seguir dando especificaciones pero en resumen, el mercado de trabajo está y estará durante un tiempo resentido y esto es así en España pero es mucho más grave en Alcoy. En mi opinión, teniendo en cuenta que el deflactor del PIB ha aumentado un 2,6% las políticas expansivas siguen siendo la solución en la medida que los presupuestos públicos puedan soportarlas. Según la Fundación de las Cajas de Ahorros en 2011 experimentaremos un crecimiento moderado de en torno al 0,8%, la tasa de paro prevista para el año entrante es del 20,4%. Está claro que el cinturón seguirá bien ceñido, pero al menos no tendremos que apretarlo más. El año próximo es un año de elecciones municipales y autonómicas, esto hace que por otro lado la predictibilidad sea más compleja, especialmente a nivel local. Donde mis dudas son ¿Realizará el Gobierno de Alcoy un estirón inversor para sobrevivir en las elecciones? A la vista del presupuesto parece claro que no, la otra cuestión es ¿Hasta donde alcanza en realidad el agujero económico de nuestro Ayuntamiento? ¿Qué margen de maniobra dejará esto al Gobierno próximo? Yo confío en que, al menos el proceso democrático servirá para comprometer a los distintos partidos a hacer propuestas que deberán llevar a cabo con lo cual espero que la pasividad planificador municipal cambie.