viernes, 18 de marzo de 2011

Para un velero sin rumbo cualquier viento es malo.







Partiendo de título diré que creo en esa idea tanto desde el punto de vista de las personas y su modo de vivir en este mundo, de las empresas y su forma de hacer negocios, de los equipos de fútbol y también de las ciudades y otras organizaciones territoriales sujetas a un gobierno.

Esta expresión, que muchos lectores ya conocerán, me la dijo un hombre al que admiro por su extendida y exitosa trayectoria profesional. Un emprendedor que fundó una de las empresas de desalinización más importantes de España y del mundo. Después de crear esta empresa la dejó para marchar a otra, en este caso la líder de entre las españolas. Su trayectoria y carisma le han llevado además a presidir la principal asociación de empresas de tratamiento de agua en España y no me cabe duda que su historia de éxito en gestión y dirección no acaba aquí. ¿Ustedes se estarán preguntando, a estas alturas del texto, por qué les cuento todo esto?

Yo también me preguntaba cosas, en concreto quería saber cómo se gesta este éxito del que les hablaba, tanto personal como de las empresas y organizaciones dirigidas por este hombre. Él me dijo, ¿Por qué no pruebas a coger un papel y hacer una línea recta?

Así pues, yo lleve a cabo este misterioso ejercicio. Pero la “recta” no hacía honor al concepto y significado de esta, pues tenía cierta curvatura. Después me indicó, “fíjate bien en el punto en el que quieres que acabe el trazo y repítelo”.

Eso hice, y el resultado fue sorprendente, esta vez el trazo salió mucho más recto. Pero, a decir verdad cualquiera sabría a simple vista que se había dibujado a mano alzada y en definitiva existían pequeñas desviaciones.

Ciertamente el simple hecho de saber dónde íbamos con ese trazo hizo que mejorásemos mucho. Pero faltaba el último y brillante consejo. Me indicó, no basta con que imagines donde quieres ir, no basta con que mires hacia ese punto, tienes que plasmarlo en un documento y ser capaz de hacer que los demás también lo vean, necesitas testigos de que vas en una dirección. Por último trazamos una cruz al extremo derecho del papel, era ahí donde el trazo debía finalizar. Esta vez sí, sabiendo exactamente donde nos debía de conducir el trazo, hicimos una línea recta que fue, valga la redundancia, realmente recta.

Pues bien, ¿alguien me podría decir dónde esa cruz con el objetivo al que Alcoy como ciudad quiere tender? Durante los últimos años Alcoy no ha dibujado una línea recta ni nada parecido, no sabemos nada de donde vamos y ese es el gran problema de nuestra economía local. Desde fuera he escuchado de nosotros como ciudad que somos y seremos un referente en industria, y luego llegas y ves que un autobús lleva un cartel que pone “Alcoy ciudad de servicios”. Después abres un periódico y lees que el alcalde dice que el turismo es el futuro de la ciudad refiriéndose a un proyecto del que se ha hablado mucho y por cierto poco bueno se ha dicho. Otro día escuchas al alcalde hablando del suelo industrial y te preguntas ¿pero no es este el proyecto que prometió hace ocho años y que aún está sin hacer?

Es momento de hacer propuestas electorales y de marcar esas cruces, Alcoy necesita recuperar su identidad, y no me cabe duda de que la propuesta ganadora es la que nos van hacer los socialistas que siempre han tenido claro donde iban: industria, innovación, creación de empleo y apoyo a la creación de empresas.


Borja Montaño