viernes, 27 de mayo de 2011

Ingeniería tributaria para el Ayuntamiento de Alcoy


Borja Montaño

Doctor en Economía Aplicada





Le llegó por fín el momento de opinar a los alcoyanos, siendo su respuesta tajante, “queremos un gobierno plural de izquierdas”. El radicalismo político del Partido Popular alcoyano ha sido tan acentuado que en la mayoría de los casos se encontraba a toda la oposición en su contra. Tanto es así, que se ha venido produciendo una inevitable simpatía entre los tres partidos de izquierdas llamados a gobernar la ciudad.


El cambio político en Alcoy es cercano y con él llegan de nuevo a la ciudad diversas esperanzas. Durante los últimos años un problema ha crecido y se ha agravado silenciosamente en Alcoy, la deuda local. Es curioso el escaso revuelo que se ha generado teniendo en cuenta la magnitud real del problema. Centrados en otras cuestiones tales como el Hotel de la Fuente Roja, el desempleo, La Canal… Los medios de comunicación y la oposición han venido minusvalorando la gravedad del progresivo empeoramiento de la economía municipal. Si analizamos el cronograma del problema, vemos que en primer lugar el ayuntamiento fue aumentando la deuda vía inversiones y despilfarros, después con la crisis vino la disminución de los ingresos lo que requería de políticas económicas para estimular la demanda local, claro que ni nuestro ex alcalde ni nuestro ex concejal de hacienda sabían qué es eso. Por fin vino la necesitada política económica de demanda, pero aplicada en dirección contraria, siendo procíclica. ¿Por qué? Es claro, se hizo de este modo por las presiones adquiridas de la deuda y por el analfabetismo económico del decisor político. Ahora es el momento de crear empleo y crecimiento económico. Con el fin de aportar ideas, creo que debería considerarse el reconfigurar racionalmente diversos tributos


El futuro de nuestra ciudad pasa por ir más allá de gobernar de un modo tranquilo y relajado el ayuntamiento. Es evidente que, al menos desde la perspectiva económica, hace falta ser un tanto revolucionarios. Nos encontramos en un panorama en el que los ingresos municipales están disminuyendo y a la par es necesario resucitar la iniciativa empresarial y la creación de empleo. Las políticas económicas tradicionales no hayan respuesta en lo tradicional, para solucionar al mismo tiempo un elevado desempleo fruto de una economía paralizada junto con una desorbitada deuda municipal. Sin duda admiro el esfuerzo y la valentía que van a tener que mostrar PSOE, BLOC, y EU puesto que heredan un ayuntamiento que parece haber salido de un periodo de guerra. El primer paso debiera ser articular y cohesionar las concejalías en grupos más racionales, tal y como apuntaba Antonio Francés, ya que un gran problema que se ha venido arrastrando desde hace años es la escasa cohesión de las concejalías.


Sería interesante antes de comenzar actuar en lo económico hacer un estudio multipartida de las partidas impositivas para dilucidar el modo de optimizar la recaudación, para ello tendremos que tener en cuenta la curva de Laffer.







"Laffer, el economista que expuso ésta teoría, dibujó una especie de parábola invertida con dos coordenadas. En el eje horizontal, los tipos impositivos y en el eje vertical, la recaudación obtenida por el Estado. Para unos tipos t1, se recaudaría una cantidad Y1.


Aumentando los tipos se reacudaría más pero decayendo, hasta llegar a un tipo t2, en que se reacudaría Y2. A partir de éste punto, mayor presión fiscal se traduciría en menos ingresos por varios motivos: excesiva presión fiscal afecta a la propia producción de bienes, comienza la evasión fiscal, aumenta la economía sumergida que no paga impuestos, etc…

Es evidente que cada país tendrá su curva Laffer, dependiendo de su estructura economíca, política, etc, y que no será probablemente una parábola, pero lo interesante de la teoría de Laffer es que es de fácil comprensión la idea de que cuidado con la presión fiscal, porque a partir de cierto punto, se produce el efecto expulsión del sistema de parte del sector productivo y del capital que huye.

Es decir, no se trata sólo de que se recaude algo más o no. Laffer lo simplificó hablando de recaudación para hacerlo intuitivo, pero su alcance va más allá, por elEFECTO EXPULSION. Por ejemplo, en la España que ha dado en ser Hispanistán, es evidente que se ha sobrepasado hace tiempo la presión fiscal máxima desde el momento que existe una gran economía sumergida, que llega a más del 20% del PIB, moviendo más de 200.000 millones de euros, mientras el ahorro interno viene siendo insuficiente y la evasión fiscal ha ido en aumento.

Probablemente habría que reducir la presión fiscal hasta que la economía sumergida estuviera por debajo del 10% del PIB y que además se incentivara el ahorro y la captación de capital desde el exterior. Mientras esto no suceda, la economía de Hispanistán estará enferma, o al menos, no será sana. Se vivirá del pufo, del endeudamiento.
"