jueves, 8 de diciembre de 2011

Ganar como continente, o hundirnos como naciones



La crisis de la eurozona ha afectado ya a Grecia, Irlanda y Portugal y ahora somos Italia y España e incluso el núcleo de la eurozona los que nos hemos tambaleado. Los bancos franceses y los belgas también están en apuros al igual que lo están sus gobiernos dados los déficits, lo mismo sucede en Finlandia y Austria.

Hablemos del caso de España e Italia, por ser los de mayor interés para nosotros. Los desequilibrios que pueden presentarse son de liquidez puntual, no obstante ambos países son solventes. El problema es que si la situación de España e Italia fuese de solvencia e iliquidez el respaldo que se podría hacer con los recursos europeos quizás no daría el margen de tiempo necesario para recuperar la liquidez, puesto que se han hecho ya sucesivos respaldos que han mermado la capacidad de respaldar. Se estima que España e Italia podrían necesitar 1,3 billones para los próximos tres años, el problema al que se señalan diversos expertos es si existe capacidad desde Europa de facilitar esta ayuda. Expertos como Nouriel Roubini apuntan a que a España se le podría facilitar (en base a lo que les corresponde) un empuje de 220.000 millones y de 440.000 a Italia.

Lo cierto es que a estas alturas muchos andamos un poco artos de leer solo la cara negativa de las noticias y no la positiva. Hasta ahora he expuesto el problema, pero no me cabe duda de que encontraremos la solución. Europa se enfrenta hoy a amenazas diarias de desmembramientos en la Eurozona. Hemos sabido actuar como un bloque unido en los tiempos de bonanzas, pero es ahora cuando tenemos que demostrar nuestra fortaleza. Frente a quienes buscan la solución en volver hacia atrás, desmembrar, desmantelar o abandonar el euro yo creo que la solución es radicalmente la contraria. Europa tiene que hacer frente a sus dificultades como un bloque unido y sólido en el que al igual que los buenos guerreros, cada uno cubra al de su lado con su escudo. Deben buscarse soluciones de grupo y no tanto programas específicos para la situación de cada país. Europa necesita ser más Europa y menos la suma de sus integrantes. Hace falta que hablemos de una deuda Europea sólida y creíble y no tanto del conjunto de la suma de las deudas nacionales de los países que la conforman. Mi apuesta es clara, saldremos de esta con una unión fiscal y la puesta en marcha de los eurobonos. Unidos podemos ganar como continente o hundirnos como naciones.

Borja Montaño Sanz

Doctor en Economía

Profesor del Departamento de Análisis Económico Aplicado