En lo que se refiere al Tajo-Segura, coincido completamente con mi secretario general. No podemos permitir que se ponga una fecha de caducidad a una obra que aporta un caudal de recursos hídricos a un precio excelente. Tengamos en cuenta que la desalación es un medio de vital importancia para incremetar los recursos hídricos de los que disponemos, pero debido a su elevado coste económico y energético no es la panacea. Me quito el sombrero ante el acto de responsabilidad que representa el no bloqueo del presupuesto.

Seremos útiles hasta en la oposición"
Jorge Alarte presenta en el Club INFORMACION las bases de la Comunidad del futuro tras su elección al frente del PSPV, "en mi primera reflexión serena"










Rotundo con el agua: "Usaremos toda nuestra fuerza para que no haya fecha de caducidad al Tajo-Segura en el estatuto castellano-manchego". Rotundo con el AVE: "Llegará a Alicante en el año 2012", y rotundo, al menos en las formas, a la hora de defender las directrices de Madrid de no oponerse a los presupuestos del PP en ninguna institución en base a la la responsabilidad frente a la crisis: "No vamos a bloquear ningún presupuesto, ni ninguna obra pública se va a quedar sin hacer por nosotros". El recientemente elegido secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, parecía tenerlo anoche claro en la conferencia que ofreció en el Club INFORMACION, "la primera reflexión serena que hago tras mi elección hace poco menos de un mes", pese a que varios de los asistentes a la conferencia mostraron en el turno de preguntas su incomprensión hacia la decisión de no bloquear las cuentas del PP. "No vamos a hacer política de manual" dijo Alarte, "es un gesto de responsabilidad siendo útiles hasta en la oposición", aunque garantizó que esta decisión "no es un cheque en blanco ni supone renunciar a nuestro discurso" .
Bajo el título "Propuestas para una comunidad mejor", y en un salón de actos abarrotado con la presencia de la plana mayor del PSPV en la provincia, el líder socialista glosó en una hora las líneas de lo que a su juicio ha de ser la Comunidad Valenciana a partir de 2011.
Alarte comenzó su discurso presentando un mundo que ha sufrido cambios vertiginosos en la última década y que han culminado en una situación de crisis para proponer los cambios que, señaló, se deben abordar en cuatro ámbitos concretos. Así, considera necesario modernizar el modelo productivo, reformar el sistema de bienestar, crear un nuevo modelo territorial que garantice la conservación del medio ambiente y abrir una nueva etapa de políticas públicas con una modernización de la administración.
Alarte no perdió la oportunidad de criticar al gobierno del PP en la Comunidad que "nos intenta envolver en un mundo de fantasía que no se corresponde con la realidad", añadiendo que la "aparentemente buena salud" de la economía valenciana hasta hace varios meses, "está limitada por el modelo económico que conscientemente fue implantado por el PP". El líder socialista intentó contrarrestar esta "aparente" bonanza con datos como el de la renta per cápita de la Comunidad que en 2007 era del 93,9, frente a la media española del 100,7, muy por debajo de otras comunidades como Baleares, País Vasco, Navarra, Cataluña o Madrid que alcanzó el 132,1.
Las principales propuestas del secretario general con respecto al modelo productivo son un aumento de las inversiones en I+D+i "porque de ella depende nuestro futuro en la nueva economía dominada por las tecnologías de la información", y la reactivación de los sectores económicos tradicionales, momento en el que Alarte hizo referencia a los principales sectores económicos de la provincia poniendo como ejemplo el calzado para mostrar la necesidad de apoyarlos a través de planes que cuenten con los propios sectores, que, dijo han de convertir a Alicante "en sinónimo de calidad".
El secretario general del PSPV defendió un cambio de visión del turismo y de la construcción, cuya remodelación a su juicio, es imprescindible, con fondos y voluntad de la administración para abrir nuevos mercados y añadir una oferta cultural y una alternativa al "sol y playa" en el caso del turismo, y ayudando a la reconversión hacia nuevos mercados y apoyando la obra pública en el caso de la construcción.
Alarte defendió la gestión de Zapatero frente a la crisis y la adopción de medidas para garantizar el mantenimiento del estado de bienestar, al tiempo que abogó por un nuevo modelo territorial para "eliminar definitivamente la posibilidad de promover de forma indiscriminada procesos de urbanización en suelo rústico al margen de los planes de Ordenación Urbana Municipal.